Presentación de "Subjetividades diversas"

Es una publicación que reune investigaciones que exploran las dinámicas subjetivas de la juventud peruana. Gracias a la colaboración de la SENAJU se presentó el texto. puedes descargarlo gratuitamente.

Taller "Experiencias de turismo rural comunitario"

Evento a cargo de Hugo Alvaro en la UNSCH.

Presentación de libro

"Enfoques, Discursos y memorias: Producción documental en el Perú sobre el conflicto armando interno” de PABLO MALEK se presentó en Ayacucho.

Presentación de libro

"Medio Ambiente e Industrias Extractivas en el Perú: comunidad, estado y empresa" publicado por Hugo Roger Alvaro Soto articula investigaciones de 07 universidades del país. El objetivo gira en dar a conocer la participación de antropólogos de distintos contextos y consolidar el trabajo institucional e interdisciplinario en la línea medioambiental relacionado a la minería, hidrocarburos e hidroeléctricas a nivel nacional.

domingo, 17 de septiembre de 2017

I COLOQUIO DE ESTUDIANTES DE ANTROPOLOGÍA UNSCH


“Por una antropología activista”
Ayacucho, 02-06 de octubre 2017
Convocatoria



PRESENTACIÓN
La producción etnográfica de estudiantes y egresados recorre una pendiente accidentada para ingresar a la comunidad regional de antropólogos; siendo la relación jerárquica cubierta bajo el manto de la experiencia y la acumulación de conocimientos las que limitan, pero no imposibilitan, los espacios de socialización y reflexión entre pares. Los lugares de enunciación de los nuevos investigadores se trasladan a espacios de diversión disminuyendo la participación en congresos, conversatorios y debates. Esta situación se debe a diferentes razones como la poca incentivación e asesoría de los docentes, escaza cultura de escribir e investigar y ausencia de espacios de socialización de investigaciones. Conscientes de las limitaciones, el I coloquio de estudiantes de antropología UNSCH busca generar una plataforma de dialogo horizontal que coadyuve a la generación de nuevas miradas, debates y metodologías.


Por ello, convocamos a estudiantes y egresados de antropología a enviar sus ponencias y acompañarnos en la construcción de múltiples reflexividades mediante la socialización de investigaciones regionales.

EJES TEMÁTICOS:
Los ejes temáticos presentados se presentan como opcionales, pudiendo presentar ponencias con otras temáticas.
Conflictos sociales, medio ambiente
Memoria, violencia y derechos humanos
Antropología simbólica
Antropología y género
Antropología política
Antropología económica
Amazonía e interculturalidad

SOBRE LAS PONENCIAS:
Cronograma:
Lanzamiento de la convocatoria: 11 de setiembre
Límite de recepción de ponencias: 29 de septiembre
Resultado de selección de ponencias: 02 de octubre
Días de realización del Coloquio: 09 al 12 de octubre
De la ponencia:
Para participar como ponente, se debe presentar una propuesta en castellano. Para ello, deberá enviar un correo electrónico a coloquioantropologiaunsch@hotmail.com, que incluya:
-Datos del ponente: nombre completo, correo electrónico, serie que cursa o grado académico.
-la extensión de la ponencia debe tener un mínimo de 5 páginas y un máximo de 15 páginas, sin incluir la bibliografía.
-La bibliografía seguirá el formato APA 6ta edición.
-Seguirán el siguiente formato: Hoja A4, letra Times New Roman 12, espacio 1.5. En el caso del pie de página, la letra será Times New Roman 10, espacio sencillo. Márgenes superior e inferior de 2.5 cm, y derecho e izquierdo de 3 cm. Los párrafos serán justificados y sin sangría.
-La estructura de la ponencia será:
· Título.
· Introducción.
· Desarrollo del tema.
· Conclusión del trabajo.
· Bibliografía.
-Se publicarán las actas del coloquio en formato PDF.
De la exposición:
La ponencia no deberá exceder los 20 minutos.
Las ponencias serán agrupadas de acuerdo a la temática, la cual será comentada por especialistas.
Lugar del evento:
Se realizará en el auditorio de la facultad de Ciencias Sociales UNSCH – Ciudad universitaria.

TARIFAS DE INSCRIPCIÓN:
Ponentes: gratis.
Estudiante asistente: S/. 5.00
Egresado asistente: S/. 10.00

COMITÉ ORGANIZADOR:
Centro de Estudios de Antropología Social – CEAS.
Centro de Estudios “Anthropos siglo XXI”
Círculo de Estudios José María Arguedas – CEJMA.
Escuela Profesional de Antropología Social.

AUSPICIAN:
Colegio Profesional de Antropólogos – CDD Región Ayacucho.
Centro de Estudios Históricos Regionales de Ayacucho – CEHRA.
Casa Matteo Ricci S.J.

CONFLICTOS SOCIO AMBIENTALES EN EL PERÚ ESTADO, EMPRESAS Y COMUNIDADES RURALES


Antrop. UNCP-Consultor en gestión social


“PARA GESTIONAR LOS CONFLICTOS SOCIO AMBIENTALES SE REQUIERE PROFESIONALES QUE TENGAN VOCACIÓN DE SERVICIO Y TRABAJEN  POR SU PAÍS, SU REGIÓN Y SU GENTE (…) LA DEFENSA DE LOS TERRITORIOS, IMPLICA LA DEFENSA DE LA VIDA”

FOTOGRAFÍA TOMADA EN LA MUESTRA DE TEODORO RAMÍREZ "LA BARBARIE Y LA ESPERANZA"

Los conflictos socio ambientales se dan en relación al manejo, acceso y control de los recursos naturales. Cada conflicto es muy particular por su contexto, actores, posiciones, intereses y aspiraciones.
Diversos estudios se han cuestionado ¿Por qué donde existen recursos minerales prevalece la pobreza? Debería ser una bendición; sin embargo, las comunidades lo consideran como una maldición. Para ellos su territorio forma parte de su identidad, historia, cultura, que al momento de llegar un proyecto minero lo consideran como una maldición.
A nivel nacional existen instituciones que trabajan en la gestión de los conflictos, tales como: la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad, Oficinas Regionales de Prevención y Gestión de Conflictos, Defensoría del Pueblo entre otros. Estadísticamente se muestra el incremento de los conflictos a nivel nacional principalmente relacionado al sector minero. En ese escenario surge la pregunta ¿Por qué el sector minero ocasiona mayor conflictividad socio ambiental? La repuesta se basa en la relación entre tres actores:
El estado: políticas asistencialistas, desconocimiento del entorno, ausencia de dialogo horizontal y centralismo.
Las empresas: desconocimiento del entorno, profesionales no idóneos e incumplimiento de promesas.
Las comunidades rurales: pobreza, desnutrición, desconocimiento de los instrumentos de gestión ambiental y negociación del uso superficial de tierras.
En la actualidad las comunidades no solamente tienen problemas con las instituciones del Estado o las empresas mineras; sino entre los propios comuneros y esto ha generado un debilitamiento institucional interno.
Uno de los mecanismos para gestionar los conflictos socio ambientales es realizar un dialogo transversal y multisectorial, con mensajes claros y propuestas concretas. Además, se requiere la participación de profesionales que tengan vocación de servicio, y trabajen por su país, su región y su gente. Un gran reto para El Estado y las empresas es la confianza y esto se construye, no pagando una miseria de dinero; sino en base al respeto y la honestidad. La lucha de las comunidades es por la defensa de los territorios, lo cual implica la defensa de la vida.
La responsabilidad social de las empresas deben estar basadas en políticas participativas, desde que se realiza la concesión y en la elaboración de un estudio de impacto ambiental, las comunidades rurales deben ser partícipes, tener una consulta previa y conocer los impactos que van a generar el proyecto.

Lo que hoy se percibe, entre las relaciones que presentan el estado, las empresas y las comunidades rurales, son relaciones de poder, de hegemonía y subordinación, de desigualdad. Y no relaciones horizontales de diálogo, respeto y confianza.

Si no se gestiona los conflictos socio ambientales en el Perú. En el futuro será un escenario de desconfianza, violencia y caos. Indicar que el conflicto, no necesariamente es sinónimo de violencia; sino es un hecho social, que nos permite ver los síntomas de que en algo estamos fallando y la intervención temprana ayudaría a gestionar respuestas concretas. El Perú en un escenario de transición democrática atraviesa por un proceso de debilidad institucional; los famosos lobbies, paquetazos y la desconfianza en el presidente constitucional son parte de tal debilitamiento, la ansiada descentralización presenta aún sus límites centralistas. Si bien es cierto en términos macroeconómicos hemos avanzado en porcentajes de manera cuantitativa; en el Perú profundo, aún prevalecen brechas socioeconómicas que el Estado no ha logrado solucionar, ya que las políticas públicas no son integrales y acordes a la realidad sociocultural de cada contexto en los gobiernos sub nacionales.

"Los patriotas empiezan a asesinar a sus compatriotas; en caso de ausencia, hacen volar en trozos al conserje y su casa. No es más que el principio: la guerra civil está prevista para el otoño o la próxima primavera. Nuestros lóbulos parecen, sin embargo, en perfecto estado: ¿no será, más bien, que al no poder aplastar al indígena, la violencia se vuelve sobre sí misma, se acumula en el fondo de nosotros y busca una salida?" (Frantz Fanon, 1961. Los Condenados de la tierra.)



[1] 11 de setiembre 2017.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Estrategias culturales y ganando la posguerra: a propósito de ANFASEP


Exposición de fotografías elaboradas por ANFASEP en el marco del día internacional de los desaparecidos, 30 de agosto

Nos encontramos con un conjunto de paquetes que complejizan la violencia y que el sujeto, que es mujer y procedente de la comunidad andina, está lleno de memorias[1], se moviliza a la ciudad y opta por diferentes mecanismos para poder solventarse, tener una vida digna, un techo propio y, en pocos casos reclamar sus derechos. Ubicados en los Asentamientos Humanos, caracterizados por abismales brechas sociales, económicas, étnicas y que se les percibe como “… insignificantes: pobres, rurales, indígenas, mujeres. Y vuelve a reaparecer la trensa de discriminaciones y desprecios.” (Degrégori, 2015, pág. 260). Empero, la vivencia del conflicto armado interno y la violencia rutinizada no terminan consumiendo y opacando a las actrices sociales. Si reparamos el uso, la invención y re-invención de la parafernalia de estrategias culturales para poder salir de estos ciclos de violencia veremos que las actrices sociales innovaron nuevos sentidos de género, utilizaron su presupesto cultural para desarrollar la capacidad de resiliencia.

Si bien es cierto, que en este contexto de la post-guerra la mujer “se propone legitimar su presencia y respaldar sus espacios ganados ubicándose como sujeto social en las tareas de reconstrucción y desarrollo local” (Coral, 1999, pág. 359). Dicha autora nos muestra la participación en tres etapas un antes, en el cual la mujer era invisibilizada, donde cumplía roles domésticos; luego, un periodo de conflicto, donde la mujer sufre una infinidad de vejámenes que se arraigan en lo más profundo de su subjetividad; y, por último, en la post-guerra, en el cual predominan las jefaturas y las mujeres son visibilizadas porque emprenden demandas sociales de reconocimiento y reparación por parte del Estado.
La asignación casi completa de responsabilidades y la sobrecarga de trabajo hacia la mujer propició un escenario fértil para la participación en espacios públicos y representativos. En consecuencia, las ideas sobre género entraron en un proceso de re-significación como “ warmikunaqa qarikina karaniku[2]” “Las mujeres pues tenemos más fuerza para podernos recuperar”padre y madre he sido para mis hijos”. Se contempla la andexación de los roles tradicionales que el varón cumplía para un nuevo sentido de género conocido como mujer “warmi-qari” (mujer-varón). La acepción anterior era una característica propia de las mujeres viudas que tenían mayor acceso a los espacios públicos, eran “warmisapas[3] (Theidon, 2004, pág. 131). Se empieza a redefinir, las estructuras de género y relaciones identitarias, las femeneidades a partir de la situación de las masculinidades. Quienes estaban “ausentes”, en sentido físico, en sus hogares.

Muchos de los testimonios recolectados por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, y la literatura antropológica sobre la violencia política nos muestran que las mujeres tienden a priorizar el bienestar de los “otros”, así como comentar sobre los problemas de sus hijos, sobre como desapareció su familiar y las acciones de búsqueda irrenunciable. Dedicándole un reducido tiempo para sus sentimientos.  Sin embargo, puede parecernos una paradoja pero a través del cuidado de los otros se cuida tambien ella. “No voy a las atenciones, ni al hospital para curarme. Mis hijos son primero, si están bien ellos yo tambien estoy.”  Una moral del cuidado (Gilligan, 1982), una maternidad hegemoniza las representaciones discursivas de sus vidas que las hace aparecer como heroinas. Adicionalmente impera un imaginario social sobre la capacidad desarrollada por las mujeres de hacer frente a la realidad adversa, de asumir con gran responsabilidad los espacios de representación, producto de una continuidad política venidera desde las organizaciones que proceden como Comedores populares, organizaciones gremiales del mercado, organizaciones de búsqueda de personas.
“Lo que he sufrido me ha hecho abri los ojos, hemos madurado mucho, las mujeres hacemos bien nuestros cargos, con responsabilidad; en cambio los varones se gastan bebiendo. Nosotras no”[4]
El dolor, la incertidumbre de sus familiares, la violencia experimentada se convirtieron en fuerzas motoras para  sobresalir de su condición de mujer, víctima, desprotegida, relegada y legitimarse en espacios económicos, sociales y políticos haciendo uso de un repertorio discursivo que cambia de acuerdo a la población. En las reuniones internas de  ANFASEP, la representación discursiva de la mujer gira alrededor de la valentía, la fuerza de sobreponerse y la capacidad de resiliencia. Mientras que en reuniones multisectoriales la representación discursiva se agrupa en la victimización por la sociedad y el Estado poniendo énfasis en las constantes discriminaciones que experimentan y el poco compromiso de buscar la verdad.
Todo el repertorio de mecanismos culturales utilizados en la sociedad de la posguerra insiste en re-conocer la capacidad de resistir, sobreponerse y salir de experiencias dolorosas (Gamarra, 2010). Es decir, la resiliencia cultivada por las mujeres les abrió un abanico de oportunidades, transitando del dolor hacía la acción y construcción de ciudadania y desarrollo (Reynaga, 2008). Los puntos de inflexión provocan una respuesta emocional y cognitiva permitiendo darle vuelta al problema y buscar agujeros de escape para aprovecharlos de cierta manera.  La resiliencia no solo opera en aspectos psicológicos sino, mas bien,en las distintas dimensiones de la vida. Pero tres componen las reguraridades en la vida de las mujeres; primero, en las argucias económicas (responsabilidades sobrecargadas); segundo, en el ámbito público (mayor insersión); y tercero, el manejo de las emociones y sentimientos.

Entierrro de Mamá Angélica Mendoza de Ascarza, presidenta honoraria de ANFASEP

Entonces, abordar estos problemas debe de “contribuir a discernir lo que somos como pais, incluyendo la exclusión y las desigualdades  persistentes, la falta de ciudadanía y la debil institucionalidad política. Carlos Iván Degregori proponía que una política de memoria en el Perú  debía contribuir a un ´nunca más´ de la violencia, pero tambien a un ´nunca más´ de la exclusión, un ´nunca más´ de poca ciudadanía y un ´nunca más´ de la extrema pobreza” (Del Pino & Agüero, 2014, pág. 24). Es decir, dar un buen tratamiento y lectura cultural de la memoria para poder vivir en una sociedad, en el cual potenciemos la convivencia y coexistencia social con criterios tolerantes. Las experiencias anteriores son una forma de ganar la posguerra de poco a poco.




[1] Al respecto de la discusión de la memoria en las comunidades ayacuchanas, ver: Gamarra, 2002; Del Pino, 2003.
[2] Las mujeres éramos como los varones.
[3] Mucho más que una mujer o doblemente mujer.
[4] Conversación con una socia de ANFASEP.